Escribir es una potente herramienta para la
expresión y el afrontamiento de las emociones.
Nos permite, por un lado, conocernos mejor y,
por el otro, acelerar la recuperación del malestar
que nos suele producir los síntomas de
ansiedad y depresión. Escribir puede ayudarnos
a desbloquear algunas emociones asociadas a
nuestros pensamientos, hacer mas claras nuestras
metas y deseos o ayudarnos a comprender
situaciones que nos producen problemas con
otros. Escribir suele hacer que nos distanciemos
de lo que vivimos y también que podamos
otorgarle un sentido. Nos ayuda a considerar
nuestras emociones de una manera más simple al
sacarlas del interior de nuestro cuerpo y nuestra
mente. Esto suele ayudarnos a manejarlas de
una forma más eficaz sin quedarnos demasiado
enganchados en ellas. Sí, escribir sirve para todo
esto.
Escribir nos ayuda a distanciarnos de lo que
vivimos y otorgarle un sentido.
Xana. Gravitando en la nada
¿Qué diferencia hay entre metáfora y alegoría?
Una alegoría puede parecer una metáfora o una
analogía, pero esta es la diferencia: las metáforas
y las analogías funcionan como figura retórica.
Puedes expresar una metáfora dentro de una frase
como "Estoy muerto de cansancio". Una alegoría
es más profunda que una metáfora e incorpora
símbolos en la trama general. La literatura
alegórica ha gozado de popularidad a lo largo de
muchos siglos. Algunos ejemplos de libros con
alegoría:
El progreso del peregrino de John Bunyan
Moby Dick de Herman Melville
Rebelión en la granja de George Orwell
Xana. Gravitando en la nada de MJ. Piquín Valledor
La vida de Pi de Yann Martel.
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